Los días antes de la llegada del huracán María, el sol calentaba plácidamente la costa oeste, sin indicios evidentes de que se aproximaba un intenso fenómeno atmosférico hacia la Isla. “Se entendía que el sistema atmosférico no pasaría por Cabo Rojo y por eso no se evacuó el área”, recuerda Xavier Ramírez, gerente general de Combate Beach Resort.

Conoce cómo se benefició el Combate Beach Resort
de los fondos de recuperación

El hotel, ubicado en la emblemática playa de El Combate, es el único resort de Cabo Rojo con acceso directo a la playa. La hospedería cuenta con 44 habitaciones aptas para alojar desde una hasta seis personas, ideales para estadías de viajes en solitario -como para escapadas familiares- y muy cerca de más de 30 atracciones turísticas de clase mundial como: El Faro Los Morrillos, Las Salinas de Cabo Rojo, el Monumento al Pirata Cofresí, el Santuario Schoenstatt, la Bahía Bioluminiscente de La Parguera, entre otras hermosas playas, atracciones y más amenidades costeras.

Combate Beach Resort

“En nuestro hotel ofrecemos desayuno tipo buffet y recientemente inauguramos ‘I Love Combate’, un concepto donde tenemos un mini-market, un gift shop y un centro de información turística donde ofrecemos servicio de alquiler de kayaks, paddle boards y excursiones de pesca. Además, en el hotel hay áreas recreativas para toda la familia como: Piscina, gazebo, cancha de voleibol playero, cancha de baloncesto y mesa de billar. También estamos a pasos del Refugio Nacional de Vida Silvestre para los amantes de la observación de aves, por lo que aquí hay de todo para todos los gustos”, expresó Ramírez.

Aquel 19 de septiembre de 2017, el hotel estaba lleno de turistas, tanto locales como internacionales. “Teníamos turistas de Estados Unidos, pero también de Francia, Ucrania, Polonia, Lituania… por eso cuando el huracán María impactó la zona, nos quedamos trabajando e incluso recibimos a otros turistas varados en el área oeste, que no pudieron salir a tiempo”, cuenta Xavier sobre el suceso.

A consecuencia del huracán, el resort tuvo daños en el área recreacional de la piscina, al igual que en la pintura y en la estructura del edificio. No obstante, el reto principal fue la ausencia del servicio eléctrico que los obligó a mantener las operaciones de forma limitada con un generador.

“En este negocio, que es 24/7, nunca cerramos. Por eso, tengo que reconocer a nuestros empleados. Muchos de ellos sufrieron daños en sus hogares, pero dieron la milla extra para mantener corriendo el hotel, incluso, como no había servicio eléctrico, muchos supermercados estaban cerrados y los empleados trajeron comida de sus casas para compartir entre todos”, dice por su parte, el presidente de la hospedería, Tomás Ramírez. “Comimos por días todos juntos en el comedor con los turistas varados y unos nueve empleados nuestros, que sufrieron daños en sus casas y se quedaron viviendo temporeramente en el hotel”, recuerda Tomás.

Combate Beach Resort: Ejemplo de resiliencia en la capital del turismo

Para enfrentar la situación de emergencia, la administración del hotel utilizó inicialmente dinero de sus ahorros y del fondo de emergencia de operaciones para pagar el salario a los empleados y comprar diésel para el generador. Sin embargo, tan pronto se enteraron por la prensa de las ayudas de los fondos de recuperación, decidieron solicitar al Programa para el Financiamiento de Pequeñas Empresas (SBF por sus siglas en inglés) de los Fondos de Recuperación CDBG-DR, que administra el Departamento de la Vivienda.

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Gracias a la ayuda recibida por el programa, pudieron recuperar parte del capital perdido en la emergencia y restablecer las operaciones a máxima capacidad.

El Combate Beach Resort es operado por una empresa familiar que está consciente de que las gestiones realizadas durante la emergencia les ganó el favor de la comunidad. Tomás reconoce que: “la gente de El Combate, los empleados y los turistas se dieron cuenta de que la administración del hotel mantuvo a las personas orientadas y seguras; eso nos ayudó porque nos empezaron a recomendar a otras personas y llegaron más turistas. En aquel momento de la emergencia teníamos 30 empleados. Ahora tenemos unos 40 y hemos crecido”, comentó Tomás.

La hospedería también ha implementado más de 30 medidas eco-amigables a través de sus instalaciones, tales como: Calentadores de agua solares, luminarias LED, placas solares, reciclaje de aguas para regar las plantas, entre otras medidas proambientales.

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