En el barrio Caguana de Utuado, se levanta con paso firme EntrePanas, una empresa 100% puertorriqueña elaboradora de panes a base de harina de pana, cofundada por Jajaira González y su esposo Josué Rodríguez.

Conoce la historia de EntrePanas

El matrimonio se conoció en sus años universitarios mientras ambos estudiaban agronomía en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. En ese tiempo, colaboraron en un proyecto sobre el cultivo y elaboración de productos derivados de la pana. Sin saberlo, ese proyecto estudiantil los uniría para siempre.

“Al graduarnos del Colegio nos fuimos para Estados Unidos donde Josué entra al servicio militar. Vivimos 17 años allá, primero en Maryland y después en el estado de la Florida. Sin embargo, siempre quisimos regresar para terminar aquel proyecto que para nosotros se había quedado pendiente. Por eso, tan pronto pudimos, compramos una finca en Utuado con el sueño de volver y emprender en Puerto Rico”, explica Jajaira sobre cómo comenzó su aventura empresarial.

Jajaira González y Josué Rodríguez, fundadores de EntrePanas.

La Finca Dos Hermanas, donde cultivan la materia prima de sus panes sin gluten, se fundó en el 2014 en honor a sus hijas Kiara y Marina. La finca cuenta con 178 cuerdas de terreno de las cuales solo 12 cuerdas están cultivadas. “Nuestra meta es continuar sembrando árboles de pana y otros frutos menores para ampliar el cultivo y diversificar más la finca”, manifestó.

Luego de sembrar en 2014 los primeros arbolitos de pana, Jajaira regresó a la Isla en el 2017 para ver el progreso; justo dos meses después llegó el huracán María. “Los árboles de pana que sembramos primero eran aún muy jóvenes y perdimos algunos, pero otros sobrevivieron. Al principio pensé que no podríamos quedarnos en la Isla por toda la devastación que hubo a nuestro alrededor, pero cuando Josué me preguntó si nos quedábamos o nos íbamos, yo le dije: ¡Nos quedamos!”. Cuenta Jajaira que desde entonces no han parado de trabajar y de crecer. “El árbol de pana es bien resiliente y muy versátil. El árbol tiene dos temporadas de cosecha, una en mayo y otra en agosto. Por eso, entendía que en caso de una emergencia podíamos subsistir”.

La agroempresaria explica que todo el proceso comienza con la siembra de la materia prima. El árbol de pana madura y da frutos entre los cinco y los siete años. Después de la cosecha, el fruto maduro se lava, se pica, se tritura, se deshidrata y luego se muele como harina. De ahí, pasan al proceso de elaboración y horneado del pan, sin gluten y sin preservativos.

La empresa ha invertido en maquinaria industrial y en paneles solares, y actualmente es autosuficiente en la generación de energía. “Luego del huracán María el barrio estuvo más de cuatro meses sin luz”, recuerda. “Hoy por hoy estamos 100% ‘off-grid’. Corremos la operación de manera independiente y elaboramos 500 panes al día con el apoyo de nuestros empleados”, explica Jajaira quien abundó que su producto se ha diversificado y ya cuentan con cuatro variedades gluten free a escoger, así como con “crutones” para ensaladas, elaborados con la harina de pana.

Jajaira explica la variedad de sus productos

Jajaira reconoce que fue necesario capacitarse aún más en los aspectos del manejo del negocio. Por eso, recurrieron al programa de incubación que ofrece Unlock Capital, de la Community Development Venture Capital Alliance, organización que apoya a las empresas locales en el proceso de expansión y que forma parte del Programa de Incubadoras y Aceleradoras de Pequeñas Empresas, bajo los fondos de recuperación CDBG-DR que administra el Departamento de la Vivienda. “Gracias a esa capacitación, pudimos organizar nuestras ideas, establecer un plan de negocios y perder un poco el miedo a crecer y a hacer más “networking”. Ahora, nuestro producto está disponible en las principales cadenas de supermercados alrededor de la Isla, en la sección de productos congelados. Nuestra meta es seguir creciendo y aumentar la producción de 500 a 1,500 panes al día”.

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Para Jajaira, haber cumplido su sueño de regresar a la Isla ha valido la pena. “Nuestras hijas son la inspiración detrás de este proyecto. Yo quiero que ellas vean nuestro ejemplo… que amen su tierra, que vean nuestro esfuerzo y sepan que no importa lo difícil de las circunstancias, lo importante es seguir adelante y no rendirse”.

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