Para cualquier evento, por más simple que parezca, siempre hay elementos que debemos considerar; seleccionar el lugar a llevarse a cabo, los invitados o el público, así como la dinámica y/o el protocolo, entre otros detalles. La tarea no termina en el proceso de la planificación, sino que continúa su rol durante la actividad según lo demande la situación; buscar algo que se quedó, sustituir a alguien que no llegó, comprar algo que se rompió y si de dar ejemplos se trata, podríamos mencionar algunos pormenores más. No obstante, y no importa que, al final el objetivo siempre es el mismo…haber llenado las expectativas de los asistentes.
Reconozco que saber a ciencia cierta la opinión del 100% de los asistentes sobre cómo le pareció un evento es casi imposible de lograr. Sin embargo, me di a la tarea de despedir a los participantes de la Ruta CDBG-DR, un evento que celebró el Departamento de la Vivienda en Bayamón y que se replica todos los meses en diferentes regiones, con un “hasta luego, gracias por venir” con la intención de que cada respuesta me revelara su grado de satisfacción. Mi saludo de despedida debió resultar algo natural, ya que como parte de mis funciones, era, precisamente, yo quien también les daba la bienvenida a la actividad.
“Hasta luego, gracias por venir. Hasta luego, gracias por venir”, repetí una y cientos de veces más. Las respuestas, variadas en sí, por su lenguaje verbal o corporal, me iban llevando el ‘score’. Ese intercambio duraba, generalmente, unos minutos desde, mi disco rayado, “hasta luego, gracias por venir” y la respuesta verbal o corporal, del participante. Muy bueno, gracias por la ayuda, ¿Dónde se puede obtener más información sobre esto o lo otro?, fueron muchos de los comentarios y preguntas que escuché.
Mi expectativa en cuanto a la satisfacción de los participantes iba en ascenso tomando en cuenta las respuestas de los que ya iban de retirada. No obstante, el ‘expectatómetro’ se rompió cuando me tocó despedir a Seary Figueroa, una microempresaria de Carolina que llegó a Bayamón para orientarse sobre las ayudas para obtener una vivienda. Mi “hasta luego, gracias por venir” fue el inicio de un extenso monólogo que resultó difícil de interrumpir.
“Yo vine a buscar ayuda para una casa, pero apliqué a otros programas más. Me apunté para coger varios talleres, de computadoras y servicio al cliente, que me van a capacitar para echar hacia adelante. Estoy fascinada, muy contenta. Encontré mucho más de lo que estaba buscando”, fueron las palabras de la también maestra de inglés y entrenadora de animales.
Cuando pensaba que iba a terminar, Seary cogió aire y continuó, “está todo muy organizado, las filas corren rápido, la gente que atiende es muy atenta, hay mucho estacionamiento y todo es gratis”.
Ella sonrió y volvió a inspirarse. “Llevo meses en angustia y la Ruta me devolvió la esperanza. Le doy un 20 de 10.”, aseguró Seary haciendo eco al exponente urbano Daddy Yankee con su famosa canción “Dura”.
“Un 20 de 10 porque te dan respuestas rápido y te tratan con amabilidad. Hay que aprovechar esta oportunidad porque te dan muchas cosas para ayudarte, para superarte. Fueron tantos los servicios que ofrecieron en esta actividad que a pesar de todas las horas que duró no me dio tiempo de verlo todo. Tengo que ir a otro pueblo. Mi consejo es que, si la Ruta va para tu pueblo, tienes que ir, no te la puedes perder.”, continuó ‘cantando’ la graduada de ‘Mujer Emprende Latina’, una incubadora de negocios desarrollada, precisamente, tras una propuesta del Programa Incubadoras y Aceleradoras subvencionado con fondos CDBG-DR.
Quizás muchos han escuchado del evento denominado Ruta CDBG-DR, pero para aquellos que no, déjenme explicarles que Ruta CDBG-DR es un evento de orientación que busca acercar, a la gente, los fondos otorgados a Puerto Rico para su reconstrucción luego de los huracanes Irma y maría. La asignación millonaria aplica a personas, familias, pequeños negocios y organizaciones sin fines de lucro, entre otros, cuyo primer requisito es que hayan sido afectados por los desastres naturales.
Para cada evento de Ruta CDBG-DR, que se ofrece libre de costo para el público en general, se destaca personal del Departamento de la Vivienda para ayudar a los asistentes durante el proceso de orientación y para completar cada solicitud.
Para lograr el éxito de cada Ruta CDBG-DR se invierte mucho esfuerzo, largas horas de trabajo y planificación. Que gratificante es ver el resultado reflejado en la experiencia de esta mujer que, aunque llegó acompañada de la necesidad, salió del lugar agarrada de la mano de la esperanza. Como Seary, hay otros participantes de Rutas anteriores que son difícil de olvidar; el señor que se despide, pero al rato vuelve a traernos unos cafés, la señora que te abraza y nos echa la bendición, la embarazada que llora de alegría porque logró un techo seguro para su bebé y aquel que nos da las gracias solo porque alguien lo escuchó.
Gracias Seary y todos esos participantes que han dejado sus huellas. Sus testimonios sirven de oasis para otros que también necesitan estos incentivos económicos para seguir adelante. Para nosotros, los que trabajamos ‘backstage’ para que todo quede ‘by the book’, cada respuesta a mi “hasta luego, gracias por venir”, sin siquiera imaginarlo, se convierte en una inyección de energía que nos anima a trabajar más, esforzarnos más y comprometernos más, no solo para dar la milla extra, sino para que el servicio que ofrecemos logre muchos 20 de 10.