Luis Daniel Vega apenas daba sus primeros pasos en su nuevo negocio de pesca cuando los huracanes Irma y María afectaron a Puerto Rico en septiembre del 2017. En este determinante momento, había varias opciones para él: Continuar su camino empresarial, detenerse por completo o esperar a que mejorara el panorama. Él estaba claro de que iba a hacer y varias personas/entidades fueron claves en su decisión.

Luego del paso de estos huracanes, uno de los sectores de la economía más afectados lo fue el de la agricultura. Se estimaron en $780 millones los daños causados al sector agrícola por estos fenómenos naturales, según estableció el Departamento de Agricultura. La pérdida de cultivos, cosechas, ganado destinado a la producción de carne y lácteos, así como equipos y maquinarias, amenazó la seguridad alimentaria de la Isla, que en la actualidad depende en un 85% de la importación de los productos que se consumen localmente.

A casi siete años del paso de estos huracanes que transformaron la vida de los puertorriqueños, el sector agrícola se ha ido recuperado y continúa trabajando para brindar estabilidad alimentaria a la población de la Isla. Por eso, apostando al talento y la perseverancia de los productores locales -quienes se levantan cada día al amanecer con su firme compromiso – el Programa Re-Grow de los Fondos de Recuperación CDBG-DR que administra el Departamento de la Vivienda de Puerto Rico, proporcionó asistencia para continuar fortaleciendo la producción de alimentos a nivel local.

Un ejemplo de los fondos brindados por el Programa Re-Grow a la industria de alimentos en Puerto Rico lo es el testimonio de Luis Daniel. “Yo había sacado mi certificado de comerciante y ya tenía todos los permisos para pesca comercial cuando vinieron Irma y María, y me cambiaron los planes”, dice mirando al horizonte y con las manos sobre el timón, mientras navega. “Tenía otro bote, no este, pero los escombros que volaron en el área por el huracán me dañaron el casco y fue pérdida total”, recuerda. “Eso me sacó de carrera por un tiempo, pero no me di por vencido y al tiempito me compré éste otro”, dice refiriéndose a la nave que es su herramienta de trabajo principal.

Luis Daniel cuenta que fue un colega pescador del Centro Agropecuario de Cataño quien le dijo que había un programa de ayudas post-desastre designados al sector agrícola y pecuario, bajo los Fondos de Recuperación CDBG-DR. “Yo ya me había comprado un casco nuevo, pero el motor viejo todavía daba problemas. Me quedé varado en alta mar en varias ocasiones y mis colegas tenían que salir a buscarme a cada rato”, dice agradecido de sus colegas el dueño fundador de Canelita Fishing, nombre oficial de su negocio.

Él solicitó la ayuda del Programa Re-Grow y recibió para Canelita Fishing una inyección económica de $40,000 para mejoras en su bote que, -aunque nuevo para él- era un bote usado, y para comprar otros equipos de pesca que lo ayudaron a ampliar su capacidad comercial.

El Programa Renacer Agrícola para Puerto Rico de Agricultura Urbana y Rural (Re-Grow) se centra en promover y aumentar la seguridad alimentaria de los puertorriqueños. El programa Re-Grow ofreció a los solicitantes una mayor capacidad comercial al atender las necesidades de las empresas pequeñas y medianas dedicadas a la agricultura, con un presupuesto operativo de $172,500,000 de los Fondos de Recuperación. Dicho programa ha sido fundamental para ayudar a diversas empresas del sector agrícola a continuar, mejorar y ampliar la producción de alimentos y promover la revitalización de la industria.

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Con el dinero recibido, Luis Daniel compró un motor nuevo, cañas y equipo de pesca comercial, un radar para medir la profundidad del suelo marino y trazar rutas marítimas y una nevera grande para transportar los frutos frescos de altamar a tierra firme.

La misión de Luis Daniel y de su empresa Canelita Fishing es continuar llevando un producto fresco y saludable a cada hogar puertorriqueño. “Este es un trabajo duro, cada vez que salimos es un riesgo, pero a mí me encanta mi trabajo”, dice orgulloso del esfuerzo de su pesca diaria, que consiste principalmente en variedades de pescado como la colirubia, el chillo, la sierra, el pez rayado y el pez conocido como el ‘alinegra’. Añade que, el mercado también le solicita mucho el chillo de ojo amarillo, el cual provee mediante comerciantes intermediarios y a restaurantes.

“La pesca es toda una industria y una profesión hermosa”, dice Luis Daniel. “Aquí nos damos la mano, nos ayudamos y nos tratamos con mucho respeto. Tenemos un código de ayuda en el agua y nos apoyamos en la seguridad de todos. La pesca es mi vida”, concluye convencido.

Luis Daniel Vega es otro ejemplo de emprendimiento agrícola que, con compromiso y perseverancia, trabaja día a día en la recuperación de Puerto Rico. ¡Le deseamos mucho éxito a Canelita Fishing!

El objetivo del programa Re-Grow, el cual dio inicio en agosto de 2020 es promover y aumentar la seguridad alimentaria en toda la Isla. Además, mejorar y expandir la producción agrícola relacionada con la revitalización económica. La asignación de fondos a este programa es de $172,500,000, de los cuales se han desembolsado $105,761,525 en 1,547 solicitudes de 2,598 que están activas.

*Data al 1 de abril de 2024. Para información actualizada favor de visitar el Portal de Transparencia.